Qué es una crypto wallet?
Existen diferentes tipos de crypto wallets o monederos virituales, y estas son las que nos dan acceso a nuestras criptomonedas o propiedades virtuales.
Un ICO (Initial Coin Offering) o Oferta Inicial de Moneda, es un método de financiamiento que permite a los equipos de proyectos nacientes de Blockchain y criptomonedas, reunir fondos para llevar a cabo sus proyectos y crecerlos.
En un ICO, este equipo al frente del proyecto, emite un token basado en la tecnología blockchain. Este token es una criptomoneda, cuyo valor puede crecer con el tiempo, y así darle muchas ganancias a quienes creyeron en el proyecto desde el principio e invirtieron en él.
Los ICO son las vías de financiamiento de proyectos de la era de la descentralización. Son una vía de “crowdfunding”, que significa que quienes invierten en el proyecto son las masas, las personas normales, y no los grandes bancos o inversionistas elite necesariamente, aunque recientemente, estos últimos tienden a entrar en estos proyectos de manera temprana.
En 2014 nació Ethereum y este proyecto no solo sirvió para redefinir la tecnología blockchain, si no también para redefinir la financiación tradicional.
Los creadores del proyecto minaron la moneda por adelantado. Esto debido a que el proyecto no lo pondrían en funcionamiento hasta 1 año después. Estas monedas que se preminaron, en vez de guardarlas, las pusieron a la venta para poder financiar todo lo que faltaba del proyecto.
Mediante este ICO, Ethereum logró recaudar $18 millones de dólares.
En 2015, Ethereum hizo público su software de smart contracts bajo la tecnología Blockchain, lo cual permitiría que cualquier emprendedor o conocedor del tema pudiese crear un proyecto nuevo en base a Ethereum, y minar todas los tokens necesarios para tener su propio ICO. Esto dio inicio al boom de ICOs en el mercado, sobre todo desde 2015 hasta finales de 2017.
Existen diferentes formas de hacer un Initial Coin Offering.
En primer lugar, el ICO se puede clasificar dependiendo si el proyecto ya posee una blockchain lanzada y operante o si este requiere los fondos para seguir desarrollando la tecnología blockchain y esta será lanzada posteriormente.
En el primer caso, de ya existir una plataforma operante, los usuarios podrán comprar el token nativo del proyecto, y estos serán enviados a sus wallets de la blockchain.
En el segundo caso que el proyecto no ha sido lanzado todavía, el equipo del proyecto le pedirá a sus seguidores que inviertan mediante la compra de tokens de una red ya establecida como Ethereum (ETH), y posteriormente, cuando el proyecto sea lanzado, podrán optar a un swap o intercambio de ETH con el nuevo token nativo emitido.
Los ICOs también pueden dividirse según el estándar técnico que se utilice para emitir e implementar los tokens. El estándar más usado es el ERC-20 usado por la cadena Ethereum. Aparte de este estándar, existen otros conocidos como Waves, NEO, NEM o Stellar.
Este es un tema que puede tener muchísimas respuestas, y muchas opiniones diversas. Lo primero y más importante que debemos considerar es que cualquier inversión en un proyecto nuevo, que no ha demostrado todavía su utilidad práctica o seguridad, conlleva un alto riesgo para el inversionista.
Es realmente difícil determinar si un proyecto será viable o no. Si quieres invertir en un ICO, debes realizar tu debida diligencia antes que nada y realizar una investigación exhaustiva sobre el proyecto y los tokens que estás considerando. Hazte las siguientes preguntas:
Primero, y el mejor escenario, es que tu inversión se multiplique mucho a través de los años, y tu retorno sobre la inversión (ROI) sea un “homerun” total.
Segundo, puede ser que el proyecto nunca despegue, por falta de utilidad o apoyo, y después de unos años, tengas menos dinero del que invertiste o alrededor de la misma cantidad.
Tercero, y aquí es donde ya no es tan atractiva la idea. Puede ser que el proyecto pierda tanto apoyo, que el valor del token se devalúa cada vez más, y pierdas muchísimo dinero.
Otro escenario incluso peor (aunque ya ha sucedido muchísimas veces ya), es que la seguridad de la criptomoneda, o más bien del blockchain sobre la cual se construyó, sea débil, y los hackers pueden exitosamente robar la mayoría o incluso todo el dinero.
Como última posibilidad, el equipo detrás del proyecto, podría literalmente desvanecerse de la noche a la mañana, y con ellos, todo tu dinero. Si esto pasa, recuperar ese dinero se convierte en una misión muy difícil. (Esto ya ha sucedido múltiples veces también)
Tienes que considerar que los creadores de proyectos de blockchain están distribuidos en todo el mundo, por lo cual es muy difícil seguir la pista de quien robó el dinero.
Otro punto importante a considerar, es que ya que esta industria es todavía relativamente nueva, no existe todavía ninguna regulación clara sobre los ICOs.
Ni países como Estados Unidos u otras naciones europeas, han podido todavía regular las actividades de sus ciudadanos en la creación o inversión de ICOs.
Jamás, repetimos JAMÁS, inviertas dinero que no estás completamente dispuesto a perder, en un ICO.
Segundo, haz tu investigación usando todos los recursos posibles, incluyendo páginas web de confianza, y cuentas de Twitter de confianza.
Si vas a invertir en ICOs, te recomendamos (no un consejo financiero) que la cantidad total invertida en estos proyectos, nunca sobrepase el 10% de todo tu patrimonio de inversión.
Y nos referimos a todos los ICOs juntos.
Invertir es algo grandioso, puede generarte ganancias que jamás te imaginaste, pero siempre recuerda tener un sistema de inversión que controle tus emociones y controle el riesgo de perderlo todo en una sola apuesta.
Existen diferentes tipos de crypto wallets o monederos virituales, y estas son las que nos dan acceso a nuestras criptomonedas o propiedades virtuales.
Ethereum es una plataforma digital basada en la misma tecnología tras Bitcoin, El Blockchain, pero que sirve de base para proyectos descentralizados conocidos como Dapps y contratos inteligentes.